Montevideo, 24 de marzo de 2010
AFUTU le trasmite por la presente, los principales ejes que entiende necesario encarar para revertir la grave situación de la educación técnico – tecnológica y profesional de nuestro país.
INTRODUCCIÓN
El consenso, en torno a los rumbos que ha de seguir la educación, no existe. El movimiento social ha trabajado por decenios en la dirección de un modelo democrático, participativo y popular, para concretar una educación crítica, integral y liberadora.
Las resoluciones del Congreso Julio Castro por un lado y las leyes de educación aprobadas en la legislatura pasada son expresión de las distancias en el último tramo.
Las señales, hasta la fecha, no han ido en el sentido de atender los reclamos populares. Sea en lo referido a lo presupuestal, o a la participación, a las manos que se estrechan para considerar el tema o a quienes son promovidos y quienes no, para los cargos con poder de decisión en la educación. Los puentes no se están tendiendo para atender nuestros reclamos históricos. Revertir esta situación es también nuestra tarea.
Los principales puntos que nos convocan
Las propuestas que realizamos, surgen de un análisis crítico de la situación atendiendo las necesidades educativas de los trabajadores.
Un proyecto de signo democrático, popular de los trabajadores, tiene por referencia la idea de una acumulación productiva propia, con inversión pública. Vinculada a una planificación democrática en torno a áreas como la energía, o el mar, la agroindustria, o la ingeniería, la cultura, o la medicina. Con colectivos de trabajadores encarando los emprendimientos e investigando acá junto a
Desde esta perspectiva es necesario:
· Superar el mal funcionamiento (en distintos aspectos) del sistema, debido a las muy deficitarias condiciones para el desarrollo de la acción educativa y los consecuentes malos resultados educativos.§
· Atender a la formación integral y crítica: de los jóvenes entre 12 y 15 años (ciclo básico), y de los miles de jóvenes que no estudian ni trabajan.
· Propender a la verdadera formación profesional en el sistema educativo público, evitando el proceso de privatización y dispersión del mismo.
· Desarrollar la necesaria formación técnica y tecnológica de niveles medio y terciario.
· Promover un profundo cambio cuali-cuantitativo en la relación entre
· Construir un sistema serio de certificaciones laborales con
Y todo lo anterior, en un clima ampliamente participativo, integrado por todos los sectores de la educación técnica.
Proponemos las siguientes ideas rectoras para considerar:
Rumbos para
La formación de técnicos de niveles medio y terciario en diversas áreas lo amerita. Las diversas experiencias tanto en
La formación profesional debe estar en el sistema educativo público:
Esta es la única forma de garantizar la formación crítica y profunda en el área. Las tendencias desde el mercado, han sido llevarla a manos de empresas privadas y separarla del sistema educativo.
El Ciclo Básico técnico-tecnológico debe tener por lo menos 10 horas semanales de taller:
Las mismas deben tener carácter exploratorio, apostando a la integralidad formativa. Es razonable que se inicie con una experiencia piloto seria en los primeros años (considerando particularmente las ya realizadas de Alternancia) y se expanda luego. Debería apuntarse a la duplicación de su extensión actual, recuperando la matrícula perdida desde 1985.
En cuanto a la relación de UTU con el mundo del trabajo:
La relación con las empresas públicas, y los emprendimientos de colectivos públicos debe profundizarse, para aumentar sustancialmente la superficie de contacto entre estos mundos. El conocimiento debe fluir rápidamente y articuladamente entre ellos.
Deben desarrollarse cualitativa y cuantitativamente las becas y pasantías (hoy desvirtuadas). Estrecharse los trabajos de investigación productiva vinculándolos con
En cuanto a las certificaciones laborales:
Debe desarrollarse un sistema de certificaciones y acreditaciones en el que
De lo anterior se deduce la necesaria concreción de una Universidad del Trabajo del Uruguay, que conjugue de forma sinérgica todos los niveles mencionados, potenciando y humanizando su legado histórico.
Se requiere para ello, una ley orgánica que consagre la autonomía (técnica, financiera y de gestión) y el cogobierno, siguiendo las líneas de trabajo del Congreso Julio Castro.
En cuanto a las condiciones
Las condiciones en las que se imparte la educación deben cambiar sustancialmente:
Hay locales que el propio MTSS inhabilitaría por sus malas condiciones laborales, múltiple empleo generalizado, inestabilidad laboral, miles de estudiantes que año a año quedan fuera del sistema, golpeando las puertas de
Todos reconocen que un docente no puede tener más de 20 horas-aula. Sin embargo el salario para esa carga horaria es hoy la cuarta parte de la canasta familiar. Hoy el sistema admite como normal tener 48, e incluso hasta 60 horas aula. Esta situación debe terminar. De mantenerse el mismo ritmo de crecimiento salarial del gobierno anterior se tardarían 25 años en llegar al salario necesario para estar en condiciones de exigir el tope de 20 horas. Debe llegarse a tener media canasta como piso salarial para todos los trabajadores de la educación rápidamente.
La flexibilidad laboral ha crecido dramáticamente en
Deben preverse los recursos necesarios para llevar adelante las transformaciones educativas propuestas y con las condiciones materiales para ello.
A diferencia de los dichos de la vicepresidencia, el asegurar un piso del 6% del PBI para
a) Concretar el reclamo popular respecto a un tema postergado por decenios.
b) Apuntar a valorar las necesidades populares en torno a la educación.
Concientes de que atender las verdaderas necesidades educativas del país representa mucho más del 6% del PBI, tanto hoy como ayer, y partiendo de que hoy no se llega ni siquiera al 4,5%, asumimos la consigna emanada del congreso Julio Castro de que:
El mínimo presupuestal para la educación pública sea del 6% del PBI.
§ En este período, se mantuvo la matrícula en 70000 estudiantes manteniendo la política de limitación de la misma, dejando miles fuera del sistema, no se desarrollaron los concursos necesarios, aumentó la inestabilidad laboral, no se atendieron las transformaciones educativas requeridas y se profundizaron proyectos regresivos heredados de la administración anterior.
Hubo una muy mala relación con las ATD y el sindicato, problemas graves administrativos y falta de cargos (problemas con el pago de salarios, etc.).
Las condiciones salariales se mantuvieron sumergidas sin romper lo legado por la dictadura. Cabe destacar la presencia de más materiales en las escuelas que en la etapa anterior aún que insuficiente ante el avance tecnológico.
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