martes, 5 de abril de 2011

Muy buen artículo de Danae Sarthou

MAESTROS MUY PREOCUPADOS

¿Cómo empezaremos las clases este año?

¿Con qué ánimo llegaremos los maestros bombardeados con la retórica destructiva de todo el sistema político que les dice que no sirven, qué no quieren trabajar, qué para peor, todo lo malo que sucede en la sociedad es culpa suya (o de los profesores de secundaria), que sus alumnos no aprenden porque ellos faltan, que no tienen buena formación, y para colmo de males, por su culpa sus alumnos seguirán siendo pobres?

¿Cómo llegarán los propios niños que, expuestos a este mismo bombardeo mediático, llegan a creer que su escuela no sirve y sus maestros, que él creía buenos, en realidad no lo son?

¿Cómo se relacionarán los padres con estos maestros desprestigiados por el sistema político en pleno?

En este mundo en que lo televisado sustituye a la realidad, han convencido a la opinión pública de que todo lo que dicen es verdad, porque sale por la tele y porque como es tristemente célebre: una mentira repetida mil veces se hace verdad, en una sociedad con eficaces técnicas de manipulación de la opinión pública.

Algunos maestros preocupados, intentamos, para volver a la escuela sin perder la dignidad, desmentir algunas de estas verdades falsas:

1.- Es falso que la educación y su crisis tengan la culpa de la pobreza

La pobreza en aumento a nivel mundial (42 millones más de pobres en este año) es la contracara de la acumulación de la riqueza propia de la sociedad capitalista globalizada que crea un mercado de trabajo expulsivo de trabajadores porque produce cada vez más bienes de consumo con menos personas interviniendo en la producción a causa del desarrollo tecnológico. A su vez necesita a esos excluidos del mercado de empleo para que se mantengan dentro del mercado como consumidores de bienes, porque es un capitalismo de superproducción y entra en crisis si sus productos no circulan aceleradamente a nivel mundial. La lógica de la acumulación de la riqueza es la que genera la pobreza, pero nada se habla de eso.

2.- Es falso que la educación tenga las llaves para la eliminación de la pobreza

Los organismos de crédito internacionales, de orientación neoliberal (al unísono ahora, con todo el espectro político nacional), sostienen que si se educa para insertar en el mercado de empleo, habrá más desarrollo y crecimiento de la riqueza y a su vez si hay más riqueza esta se va a distribuir mejor logrando mayor equidad social. Sobre este argumento se construyeron desde la década del 80 y del 90, reformas educativas a nivel mundial, principalmente en los países subdesarrollados sin que las promesas de crecimiento y de equidad se cumplieran en absoluto. Por el contrario, la pobreza aumenta en el mundo como ya lo mencionáramos. Sin embargo se pretende aplicar en pleno siglo XXI la misma receta que ya mostró su ineficacia en décadas pasadas. Volver a probar las mismas políticas que ya se aplicaron y no mostraron ninguno de los resultados anunciados.

Seguramente lo que hay que hacer es atacar las verdaderas causas de la pobreza si realmente se la quiere eliminar en lugar de amortiguar solamente sus efectos, a través de políticas asistenciales.

3.-Es falso que las políticas asistenciales radicadas en las escuelas igualen las oportunidades de todos los escolares

También hace décadas que se viene diciendo que hay que dar igualdad de oportunidades a todos los jóvenes y niños del país. Para ello no cesan de implementarse en las escuelas políticas asistenciales: comedores, salud bucal, entrega de canastas, ropa y otros. Estamos de acuerdo en que mientras la sociedad sea injusta se cubran las necesidades de los niños cuyos padres no pueden atenderlas, pero decimos que encargar a la escuela de todas estas políticas asistenciales, la descentra de su cometido específico que es educar. Si organismos especializados (MIDES, INDA, Salud Pública y otros) se encargaran de la asistencia que es de su competencia, quizás los organismos de la enseñanza podrían concentrar esfuerzos, recursos y energía en su tarea específica y todo saldría mejor.

Así los niños que más estímulo educativo, atención personalizada, materiales educativos, espacio y tiempo necesitan, tendrían las instituciones educativas concentradas en eso y no en otros aspectos socialmente necesarios, pero no específicamente educativos.

4.- Es falso que los países desarrollados, que tienen los mejores resultados, tengan horario extendido y 200 o más días de clases

Por ejemplo Finlandia, uno de los países con mejores logros educativos no tiene una jornada extendida (cuatro a cinco horas diarias) y los niños ingresan a la educación inicial más tarde que los nuestros a los seis años y la escuela primaria a los siete años. Los niños finlandeses reciben menos horas de enseñanza que los de cualquier otro país miembro de la OCDE y sin embargo tienen mejores resultados.

La Oficina Internacional de Educación de la UNESCO en un estudio de 1997 ha demostrado que la hipótesis de más tiempo de instrucción=mejor rendimiento escolar no se sostiene. Gimeno Sacristán, basándose en los datos de la OCDE , del año 2007, afirma que no hay una relación directa entre el tiempo de escolarización y los resultados en las pruebas de los aprendizajes básicos. Continúa afirmando que España tiene más horas de enseñanza obligatoria que Finlandia y sin embargo en las pruebas PISA está muy por debajo que este último país en resultados educativos. Lo que demuestra que la variable tiempo no es determinante del mejoramiento de los aprendizajes.

5.- Es falso que las escuelas de tiempo completo sean la solución a los problemas de aprendizaje

Se afirma hasta el cansancio, como una verdad demostrada, que las escuelas de tiempo completo son un instrumento eficaz para mejorar los aprendizajes. Esto no ha sido demostrado en base a las evaluaciones oficiales realizadas sobre los conocimientos adquiridos. Tampoco se ha realizado un seguimiento a largo plazo del desempeño de estos alumnos en niveles secundario y terciario.

6.- Es falso que el plan ceibal haya provocado una revolución educativa

En el año 2007 se habló de revolución educativa por la aplicación del Plan CEIBAL, muchos maestros que acordábamos con la introducción de las tecnologías en la escuela pero no con la implementación de este plan advertimos que no hay soluciones mágicas en educación y que adjudicarle a la máquina la función de igualación social era totalmente equivocado. Hoy en las escuelas de contextos de pobreza hay más máquinas rotas (33%) que en contextos favorables desde lo económico y social (16%). Tal vez por eso hoy día no se habla de esta revolución o tal vez porque tampoco se han podido demostrar mejoras en los aprendizajes como consecuencia de la aplicación del plan, prueba de ello es que continuamos hablando de la crisis de la educación tanto o más que antes del Plan Ceibal.

7.- Es falso que la educación privada sea mejor que la pública y que pueda ser tomada como modelo para mejorar el sistema público

Las propias evaluaciones externas al sistema educativo, oficiales, lo han dicho. Lo que afecta más los rendimientos es el contexto económico y sociocultural al que pertenecen los alumnos, no el carácter público o privado de las instituciones. Porque a pesar de los fuertes intereses económicos que tratan de demostrar la excelencia de lo privado esta no se manifiesta en los resultados educativos.

8.- Es falso que la autonomía de los centros sea solución a los problemas de gestión burocrática del sistema

Se anuncia que las escuelas deberán competir mediante proyectos para obtener dinero para el funcionamiento escolar, como forma de rendir cuentas a la sociedad del dinero que se gasta en ellas. La creación de un mercado educacional donde los centros compitan mostrando eficiencia se ha intentado ya en muchos países pues es parte de la receta neoliberal y tampoco tuvo resultados positivos para todas las instituciones educativas

En Chile y Nueva Zelanda provocó la polarización de los centros. Las que funcionan bien reciben el dinero necesario para funcionar adecuadamente y las que funcionan mal entran en un espiral descendente difícil de revertir. Hay abundante bibliografía especializada que da cuenta de lo que afirmamos y sería bueno que los que hablan de educación, la leyeran.

9.- Es falso que la crisis de la educación sea consecuencia de la irresponsabilidad de los maestros

Podríamos, al contrario decir que la crisis no es más grave y que la escuela no se ha desmoronado más, gracias a que los maestros han tratado de paliar los problemas con su esfuerzo y su responsabilidad y hasta en algunos casos con partes de su sueldo para cubrir carencias de las escuelas durante los últimos 30 años en que el sistema político se olvidó de las necesidades de las escuelas.

Sin embargo: es verdad que hay problemas en la educación

Contradiciendo las injustificadas acusaciones de corporativismo a que son sometidos todos los sindicatos de trabajadores que defienden legítimamente sus intereses, los maestros reconocemos que la educación tiene problemas

1.- Es verdad que hay que buscar alternativas y los maestros estamos dispuestos a trabajar para encontrarlas

Para ello se necesita por parte de las autoridades una actitud de apertura a quienes desde las aulas sostienen cotidianamente las escuelas y sufren los problemas de los alumnos y sus familias. Sin los maestros aportando a las mejoras ninguna reforma es posible.

2.- Es verdad que la sociedad ha cambiado y hay que pensar la educación en vínculo con esos cambios

El hecho de que las madres trabajen es un hecho social que debe ser tenido en cuenta. Sin embargo no necesariamente debe ser la escuela que resuelva toda la atención de los niños de las madres que trabajan. Ya que les gusta mirar a los países desarrollados, en Suiza las madres pueden optar por trabajar 20%, 50% u 80%, es decir la sociedad genera las condiciones para que las madres puedan atender a los hijos que siempre es insustituible para el buen desarrollo del niño.

Tampoco es correcto que la educación deba adaptarse a todas las condiciones o características de la sociedad que ha cambiado, los cambios deben ser discutidos y analizados para resolver la actitud de la educación frente a los cambios. La realidad no es irreversible. Debe ser pensada como dinámica y al ser humano como sujeto de esos cambios.

3.- Es verdad que hay problemas de aprendizaje

Los maestros hemos dicho que es necesario mejorar las condiciones de ese aprendizaje, tanto las de la escuela (materiales, número de alumnos, atención personalizada, atención a dificultades especiales, etc) como las del niño cuando accede a la escuela (alimentación, vivienda, contención afectiva, motivación para el aprendizaje entre otros) No todas se resuelven en la escuela. También deben atacarse los problemas que condicionan el aprendizaje desde afuera de la escuela.

4.- Es verdad que hay que repensar la estructura escolar

Son múltiples las experiencias renovadoras que surgen en nuestras aulas, casi siempre a pesar del sistema que poco promueve las rupturas de las rígidas estructuras burocráticas.

De algo estamos seguros: la educación puede mejorar, los maestros pueden aportar a ello como siempre lo han hecho. El desprestigio que el sistema político genera respecto de los docentes solo favorece el empobrecimiento de las instituciones. Estamos abiertos a trabajar por la educación del pueblo, es necesario que no se nos muestre injustamente como sus enemigos.

Danae Sarthou.

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